viernes, 23 de marzo de 2012

Como las emociones afectan al cuerpo.

¿Ha notado los efectos del temor sobre su rostro, ojos, corazón y otros órganos?

¿Conoce las consecuencias de las malas noticias o del pesar sobre el tracto digestivo?

Observe el cambio que tiene lugar cuando se encuentra que las malas noticias carecen de fundamento.

Todas las emociones negativas son destructivas y deprimen las fuerzas vitales del cuerpo.

El que se preocupa siempre por todo frecuentemente tiene problemas con la digestión. Si algo muy agradable llega a suceder en sus experiencias, su digestión se hace normal, pues la circulación normal se restaura y las secreciones gástricas necesarias ya no son interferidas.

El camino para imponerse y disciplinar sus emociones no es a través de la represión o la supresión. Cuando reprime una emoción, la energía se acumula en su mente subconsciente y permanece ahí enmarañada.

Esto ocurre en la misma forma que la presión se acrecienta en un calentador cuando las válvulas se cierran y el calor del fuego aumenta; finalmente ocurrirá una explosión.

Actualmente en el campo de la medicina psicosomática se está descubriendo que muchos casos de mala salud, tales como artritis, asma, malestares cardíacos y aun fracasos en la vida son debidos a las emociones suprimidas que puedan haber ocurrido durante los primeros días de la vida o durante la infancia. Estas emociones suprimidas o reprimidas se ciernen como fantasmas que lo acosarán más tarde.

El camino ideal para deshacerse de estas emociones es practicar la ley de la sustitución. Sustituya un pensamiento negativo por uno positivo y constructivo. La positiva emoción de la fe y la confianza neutralizará y destruirá todas las emociones negativas.

 

Joseph Murphy

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