lunes, 2 de abril de 2012

La fuerza de la voluntad

La gran diferencia entre los soñadores y los triunfadores es que estos últimos toman acción; en cambio los soñadores posponen y vuelven a posponer. Todos podemos tener control de nuestro destino, aprendiendo a controlar nuestros pensamientos, los cuales se convierten en acciones, las acciones forman hábitos y los hábitos forman nuestro destino.

Si comprendemos que el ser humano fue diseñado para triunfar, pero programado para fracasar, entenderemos que solamente con motivación, reflexión y experimentación, podrá producir un cambio permanente en su vida. Si tiene la fuerza de voluntad, aprende a automotivarse y cambia permanentemente, triunfará. Es la fuerza de voluntad, la que permite que una persona común se convierta en un ser extraordinario y sin límites.

Alex Dey

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