lunes, 18 de junio de 2012

Utopías


Espero sinceramente que ninguna de mis utopías se realice.

Aunque parezca cosa de locos, pienso que la única forma que existe
para que la utopía siga respirando, es alejándola de la realidad,
porque ésta transforma manos en puños cerrados en un santiamén;
corrompe principios y valores en menos de lo que canta un gallo;
obliga a la esperanza a aceptar al pragmatismo como dueño y señor de la verdad de turno.

O sea, la utopía sufre una metamorfosis sutil
que la transforma en la antítesis de sí misma.

Los sueños, sueños son, y por eso pertenecen al mundo de las utopías.
Sacarlos a pasear por las anchas avenidas de la realidad
es una temeridad que no me permito practicar con los míos.

Aprendí en carne propia que la realidad marchita todo lo que toca,
arruga todo lo que agarra,
mientras que la utopía es inmortal y siempre joven.

Como la felicidad, a la que conviene mucho más buscarla que encontrarla,
porque la búsqueda es esperanza,
y el encuentro el inicio del anticlímax.


Ojala los hechos pudieran probarme que estoy equivocado…

© Bruno Kampel

4 comentarios:

  1. Hay veces que oír a un “ loco “, nos asusta, no porque sus locuras nos pueda dañar, sino porque los locos, se atreven a decir palabras que nos obligan a pensar si son locuras o verdades, que se dicen cuando las normas de educación, una mente libre de acondicionamientos sociales no la tienen sujeta.
    ¿Te llaman loco? No te preocupes. Los locos son aquellos que además de la cordura, alimentan la fantasía. Sin fantasías el mundo se volvería loco ante la realidad de su marcha.
    BIENVENIDO AL Cub del 3%

    Abrazosmil

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  2. Mis sueños sostienen mi empeño, me alegra también conocer gente que defiende sus sueños, pero tal vez ingenuamente siempre confío en que tal vez, tal vez algún día tomen cuerpo y se vuelvan realidad, pienso que si no creyera eso, perdería las ganas de soñar...(aunque al final nunca los vea concretarse).

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