Horas después apareció un médico. El hombre pidió ayuda, y el médico se limitó a observar de lejos los arañazos, escribir una receta y decirle que comprase los medicamentos en la farmacia más cercana.
Finalmente apareció alguien a quien no había visto nunca antes. De nuevo, el hombre pidió ayuda, y el extraño se tiró dentro del agujero.
"¿Y ahora? ¡Estamos los dos atrapados aquí!"
A lo que el extraño respondió: "No, no lo estamos. Yo soy de aquí y sé cómo llegar ahí arriba."
Cuento Sufí
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