En uno de sus viajes, Yang Zhu atravesó el Estado de Song. Al norte del mismo, pernoctó en una posada. El posadero tenía dos concubinas, una hermosa y la otra fea. La fea era estimada y la hermosa muy menospreciada. Yang Zhu se interesó por conocer la razón. Un joven criado le explicó: "La hermosa se sabe hermosa y por eso no advertimos su belleza. La fea se sabe fea, y por eso no advertimos su fealdad".
Yang Zhu dijo a sus discípulos: "Recordad bien esto: el que practica la virtud sin considerarse un virtuoso, será estimado donde quiera que vaya".
Lie Zi
(Libro: "La perfecta vacuidad")
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