martes, 20 de marzo de 2012

El punto justo


Cierta vez, tres eruditos que se dirigían a hacer un examen se detuvieron a comprarle algo de comer a una mujer. Uno de ellos se mantenía tranquilo y silencioso, mientras que los otros dos no cesaban de discutir sobre literatura. La mujer les preguntó a dónde iban. Los que estaban hablando le contestaron que iban a hacer el examen. Ella dijo:
- Vosotros dos no conseguiréis aprobar el examen, pero vuestro compañero, sí.
Enfurecidos los dos al oir sus palabras, la insultaron y se fueron. Cuando los resultados del examen confirmaron la predicción de la mujer, los dos eruditos que habían suspendido volvieron para preguntarle cómo había sabido que ellos no aprobarían el examen y, en cambio, su compañero, sí. Le preguntaron si era adivina.
- No -respondió- todo lo que sé es que cuando un pastelito ya está cocinado, permanece silencioso; mientras que antes de estar a punto, no cesa de hacer ruido.

- Wu Men -

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